080325 - Buzios :: Aprendiendo Portugués | Learning Portuguese

Brasil es el único país en mi viaje en el cual no hablo el idioma y por tanto ha proporcionado una dificultad adicional a la hora de viajar, orientarse y tratar de obtener información de simples transeúntes en la calle. Por fortuna el portugués tiene muchas similitudes con el español, y cada día entiendo más lo que la gente dice y suelto un poco a la hora de hablar y hacerme entender. Un proceso lento pero interesante, espero al salir de Brasil ser capaz de tener una conversación decente en este idioma. Hay muchas formas de evaluar el avance que se tiene día a día en la comunicación en una nueva lengua, que el saludo se vuelva natural sin tener que pensar en que decir, ser capaz de pedir una hamburguesa y un jugo sin tener que señalar en el menú y entender cuanto costo la comida sin tener que mirar la cuenta son todos muestras del progreso obtenido, lo que nunca pensé fue que mentar la madre desde lo mas profundo del alma en la nueva lengua sin pensar en ello me fuera a alegrar tanto por el progreso logrado. En medio de la ruta entre Rió y Buzios me encontré con lo que parecía ser un accidente que causaba un estancamiento prolongado del trafico, tras pasar lentamente por el lado de la vida descubrí que la causa de dicho trafico era una inundación de aguas barrosas rojizas que en el punto menos profundo media unos 20 cmts y por tanto todos lo carros esperaban su turno para pasar por dicho lado. Igual hice yo, me enfile ente un carro y un camión, subí los pies lo mas que pude y procedí lentamente para no mojarme mucho… cuando menos pensé, y no se si a propósito, sentí como el camión de atrás aceleraba fuertemente y procedía a pasarme por el lado profundo de la inundación tan rápido como podía levantando una cortina de agua que se elevaba unos dos metros empapándome de arriba abajo con la colorida agua. La ira se me subió a la cabeza, y tras salir de dicho charco me acerque a la cabina del conductor, me pare en la moto, levante la cabeza lo mas alto posible, y sin pensarlo dos veces y con toda la fuerza de mis pulmones saque un “VA LA MERDA – FILO DE PUTA”… inmediatamente, la tranquilidad volvió a mi cuerpo, y sentí una rara alegría al notar mi progreso en este esquivo portugués.

Ahora me encuentro en Buzios, un famoso destino turístico para los Cariocas (habitantes de Rió) que quieren disfrutar de playas diferentes durante sus vacaciones. Lastimosamente llegue en medio de la lluvia un día Lunes y por tanto hay poco para ver alrededor. Antes de llegar a Buzios y luego de mí último relato visite las dos ciudades más grandes del Brasil y un pequeño pueblo en la costa verde sencillamente espectacular.

Sao Paulo, la ciudad mas grande de Suramérica, con 17 millones de habitantes en su área metropolitana, es una muestra perfecta de mezclas culturales, crecimiento difícil de controlar en todas las dimensiones, trafico caótico, legado histórico y cultural y multiplicidad de opciones de vida nocturna de alta calidad. La lluvia no seso en los días que estuve en esta ciudad, pero eso poco me limito para conocer un poco de su centro y sus parques y disfrutar de las noches con mis viejos amigos que conocí previamente en viajes de trabajo a esta ciudad. Finalmente el sol salio y por hay derecho yo también. Tome ruta al noroeste con destino final Rió de Janeiro pero con la intención de disfrutar los paisajes de la famosa costa verde y hacer alguna parada en uno de los múltiples destinos turísticos que se encuentran en esta vía costera que une las dos ciudades. Al anochecer aquel día y ya en busca de un lugar donde pasar la noche vi finalmente un aviso que indicaba la salida hacia Trinidade, un destino previamente recomendado por Martin, mi amigo argentino. Pues allí llegue y me quede un par de días disfrutando de unas playas paradisíacas que se forman entre rocas que descienden de la montaña selvática creando un paisaje de ensueño. El sol estaba radiante y el clima perfecto, un buen descanso de las grandes ciudades… y listo estaba pues para el bien famoso Rió de Janeiro.

En Rio habría de encontrarme de nuevo con Eran, mi amigo Israelí con el que ha viajado en múltiples ocasiones. Rió es su ultima estación y allí se encontraba tratando de vender su moto antes de regresar a su país, una labor difícil debido a tener licencia de Ecuador. En el hostal se encontraban otro par de personajes, Brendan, un estadounidense de la Florida con un carisma, humor y energía de alto nivel, y “Pinky”, en realidad Mikael, un sueco finísimo que recibió dicho apodo debido al lindo color rosa que tomo después de un día bajo el sol. Los cuatro nos apoderamos del hostal y vivimos cuatro días de goce interrumpido entre la playa, la sala de televisión, las discotecas y el puesto de jugos y sanduches de la esquina… Buenos momentos para recordar y una perfecta despedida entre Eran y yo luego de tantos kilómetros compartidos en esta aventura. El hostal estaba ubicado en la famosa Copacabana, y sus playas, las playas de Ipanema y el cristo redentor del Corcovado, el cual visite con Keren, una amiga Israelita, fueron los únicos sitios famosos de dicha ciudad a los que fui… el resto del tiempo simplemente, disfrutando de buena compañía.

El Noroeste de Brasil se ve venir, y muchos cientos de kilómetros todavía por recorrer en este gran país. Definitivamente, solo la costa de Brasil requiere por lo menos un año de dedicación y un gran premio de lotería para poderlo explorar completamente.



Brazil is the only country in my trip in which I don’t speak the language and therefore it has provided a higher level of difficulty when it comes to traveling, orienting and trying to get information from simple pedestrians in the street. Luckily, Portuguese has a lot of similarities to Spanish, and every day I understand more and more of what people says and I am able to speak a little more and have people understand me. A slow but interesting process, I hope that when I leave Brazil I am able to have a decent conversation in this language. There are many ways to asses the improvements you have every day on the communication on a new language, greetings in the morning becoming natural without have to think about it anymore, being able to order a hamburger and a juice without having to point out at the menu and understanding how much did the food cost without having to look at the check are all displays of improvement achieved, what I never thought of, was that being able to swear from the deepest in my soul in the new language was going to make me so happy for the skills obtained. In the middle of the route between Rio and Buzios I found what looked like an accident causing a long traffic jam, after passing on the side slowly I came to discover that the reason for the jam was a flooding of muddy red water that measure around 10 inches on the shallowest part and therefore all cars waited for their turn to cross on this location. I did the same, set in the line in between a car and big truck, lifted my feet as high as possible and proceeded slowly to not get wet…. all of a sudden, not sure if in purpose or not, I heard how the big truck accelerated strongly and proceeded to pass me on the deepest side of the flooding as fast as it could lifting a curtain of water about 6 feet tall getting me completely wet from head to toes with the reddish water. Anger flushed to my head, and after riding out of the water, I got as close as possible to the truck cabin, stepped up in my foot pegs, lifted my head up and shouted with all my lungs strength a very loud “VA LA MERDA – FILO DE PUTA”… immediately calm came back to my body and I fell a strange satisfaction for the improvements on the not easy Portuguese language.

Now I am located in Buzios, a famous tourist destination for the Cariocas (citizens from Rio) that want to enjoy different beautiful beaches on their holidays. Unfortunately I arrived in the middle of the rain on a Monday and therefore there is no much to see and enjoy in the area. Before getting to Buzios and after my last narration I visited the two biggest cities in Brazil and a little town in the Costa Verde that is simply spectacular.

Sao Paulo, the biggest city in South America with 17 million citizens on its metropolitan area is a perfect display of cultural mixtures, difficult to control growth on all the directions, chaotic traffic, historical and cultural heritage and multiplicity of options for a high quality night life. Rain did not stop during the days I stayed in this city, but this did not limited me to get to know a little of its center, its parks and enjoy the nights with old friends I met in previous work trips to this city. Finally the sun came out, and so did I. I took the route northeast with final destination Rio de Janeiro, but with the intention of enjoying the beautiful landscapes of the famous Costa Verde and making at least a stop in one of the famous tourist destination located on the coast road that joins this two cities. At sunset that day and when already thinking about where to stay for the night, I finally saw the sign indicating the exit to Trinidade, a destination previously recommended by Martin, my Argentinean friend. Well, I got there and stayed a couple of days enjoying of some paradisiacal beaches that form in between huge rocks that descend from the jungle in the mountains creating a dream like landscape. The sun was shining and the weather perfect, a very good rest from the big cities… and ready I was for the famous Rio de Janeiro.

In Rio I was to meet with Eran again, my Israeli friend with whom I have traveled in multiple times. Rio was his last station and there he was trying to sell his bike before returning to his country, a quite hard job since the bike has Ecuatorian license. In the hostel there were a couple more characters, Brendan, an American from Florida with a high level humor, energy and personality, and “Pinky”, in reality Mikael, an extremely funny Swedish guy that received that nickname due to a beautiful pink color he turned to after a day under the sun. The four of us took over the hostel and enjoyed four days of uninterrupted fun in between the beach, the TV room, the discothèques and the sandwich and juice stand around the corner… Good times to remember and a perfect farewell between Eran and me after so many shared kilometers on this adventure. The hostel was located on the famous Copacabana, and its beaches, the Ipanema beach and the Corcovado Christ, which I visited with Keren, and Israeli girl, were the only famous places I went to in this city… the rest of the time was simply and enjoyment of some good company.

The northeast of Brazil is now coming, and many hundreds of kilometers still to ride in this huge country. Definitely to completely explore just the Brazilian coast completely you need at least a year of dedication and a jackpot on the lottery!